viernes, 3 de mayo de 2019

CIBERBULLYING

Buenos días chicos, ¿qué tal habéis llevado la semana? Hoy os vengo con una publicación muy interesante. Hace unas semanas os hable del bullying, y de todas las personas que lo sufrían, pero... ¿qué es el ciberbullying? ¿tienen las mismas consecuencias o parecidas que el bullying?

Ciberbullying es un término que se utiliza para describir cuando un niño o adolescente es molestado, amenazado, acosado, humillado, avergonzado o abusado por otro niño o adolescente, a través de Internet o cualquier medio de comunicación como teléfonos móviles o tablets.

Se caracteriza porque el acoso se da entre dos iguales, en este caso, menores. Es importante distinguirlo, ya que existen otras prácticas en la que se involucran adultos y que se denominan simplemente ciberacoso o acoso cibernético, con las consecuencias legales que tienen los actos de un mayor de edad en contra de un menor.

El ciberbullying no es algo que ocurra una sola vez y además se presenta de distintas formas, desde insultos, discriminación o burla sobre características físicas, forma de vestir, gustos, hacer pública información o fotografías que avergüenzan a la víctima, robo de identidad y suplantación, hasta amenazas de daño físico y otros cargos que pueden ser tipificados como delincuencia juvenil.




Las formas que adopta son muy variadas y sólo se encuentran limitadas por la pericia tecnológica y la imaginación de los menores acosadores, lo cual es poco esperanzador. Algunos ejemplos concretos podrían ser los siguientes:
  • Colgar en Internet una imagen comprometida (real o efectuada mediante fotomontajes) datos delicados, cosas que pueden perjudicar o avergonzar a la víctima y darlo a conocer en su entorno de relaciones.
  • Dar de alta, con foto incluida, a la víctima en un web donde se trata de votar a la persona más fea, a la menos inteligente… y cargarle de puntos o votos para que aparezca en los primeros lugares.
  • Crear un perfil o espacio falso en nombre de la víctima, en redes sociales o foros, donde se escriban a modo de confesiones en primera persona determinados acontecimientos personales, demandas explícitas de contactos sexuales…
  • Dejar comentarios ofensivos en foros o participar agresivamente en chats haciéndose pasar por la víctima de manera que las reacciones vayan posteriormente dirigidas a quien ha sufrido la usurpación de personalidad.
  • Dando de alta la dirección de correo electrónico en determinados sitios para que luego sea víctima de spam, de contactos con desconocidos…
  • Usurpar su clave de correo electrónico para, además de cambiarla de forma que su legítimo propietario no lo pueda consultar, leer los mensajes que a su buzón le llegan violando su intimidad.
  • Provocar a la víctima en servicios web que cuentan con una persona responsable de vigilar o moderar lo que allí pasa (chats, juegos online, comunidades virtuales…) para conseguir una reacción violenta que, una vez denunciada o evidenciada, le suponga la exclusión de quien realmente venía siendo la víctima.
  • Hacer circular rumores en los cuales a la víctima se le suponga un comportamiento reprochable, ofensivo o desleal, de forma que sean otros quienes, sin poner en duda lo que leen, ejerzan sus propias formas de represalia o acoso.
  • Enviar menajes amenazantes por e-mail o SMS, perseguir y acechar a la víctima en los lugares de Internet en los se relaciona de manera habitual provocándole una sensación de completo agobio.
Ahora, os voy a dejar con un caso práctico muy interesante que leí hace muy poco tiempo y me impacto mucho. 

Natalia era una muchacha normal, bonita, extrovertida, amante de los deportes al aire libre, las fiestas, pasar tiempo con sus amigos, y por supuesto, las redes sociales. Hacía poco había terminado una relación sentimental de dos años con Javier su amor del colegio. Un día se puso a hablar con Linda, una compañera de universidad con quien había tenido poca interacción hasta ese momento. Entre muchas cosas, hablaron de desamor y de hombres. Linda también estaba despechada y se sintieron identificadas. De alguna manera hablar con otra persona sobre su corazón roto le producía algo de alivio. Comenzaron a compartir más tiempo, pues milagrosamente dejaron de sentirse solas e incomprendidas. Un viernes en la tarde, después de que terminaron de hacer un trabajo en la casa de Linda, decidieron tomarse un vino luego otro… y otro más… y al final habían consumido dos botellas. Brindaron por las mujeres, contra los hombres, por la independencia, por los príncipes azules que vendrían, por los sapos que se fueron, se rieron, lloraron, se consolaron, se abrazaron…Y se besaron. Primero fue un beso tímido; luego otro más atrevido; al final se les pasaron los tragos mientras se besaban apasionadamente y se tocaban por encima de la ropa. Esa noche, mientras iba en Transmilenio para su casa, ya con los síntomas de la resaca, Natalia recordaba con incredulidad lo que le acababa de suceder. Nunca antes en su vida se había sentido atraída por una mujer. No se explicaba cómo había dejado que las cosas llegaran hasta ese punto.


Llegó a su casa confundida y comenzó a buscar testimonios de lesbianas en Internet. En su búsqueda, encontró un par de páginas de Lesbianas en Facebook. Abrió un perfil falso y a través de él contó en dichas páginas lo que le había sucedido, pidió consejos u opiniones. Se acostó a dormir y al día siguiente tenía en su buzón más de cien respuestas y peticiones de contacto de otras chicas. Entre muchas propuestas de sexo virtual, le llamaron la atención varias chicas que la entendían y le contaban experiencias parecidas a las de ella. Comenzó una sincera amistad con ellas en la que compartían sus inseguridades, temores y deseos más secretos y profundos. Pasaba horas y horas chateando con cada una de ellas, preguntándose si lo que le había sucedido sería solamente un desliz de tragos, o si por el contrario, sería una manifestación de sus tendencias homosexuales. Se hicieron amigas y crearon un grupo cerrado en el que compartían todas con todas permanentemente. Chateaban a diario y opinaban sobre todo; sobre el amor y el desamor; sobre los hombres y las mujeres; había desde la que defendía a capa y espada a los hombres y decía que no podía vivir sin ellos, hasta la que decía que lo mejor era tener un hombre y una mujer al mismo tiempo, o la que defendía a las mujeres por su ternura y suavidad.


De repente, un día sucedió algo que cambió su vida para siempre. En ese momento ella no lo sabía, pero los hechos que desencadenó tuvieron un impacto tan profundo en Natalia, que ya nada sería igual. Todo ocurrió así: Sofi propuso que hicieran una locura: Que todas se atrevieran a tomarse una foto en ropa interior y la compartieran. Todas dijeron que sí con entusiasmo. La primera en hacerlo fue Lala y después la siguió Sofi. Una a una, todas fueron compartiendo fotos en ropa interior hasta que solo faltaba Tatis. Comenzaron a molestarla, a burlarse de ella, a tratarla de cobarde, hasta que Tatis compartió con todas ellas una fotografía en la que aparecía topless, retándolas a hacer lo mismo. Poco a poco, una a una, fueron haciéndolo hasta que esta vez Sofi se demoró en hacerlo.A ella también comenzaron a tratarla de Gallina, hasta que finalmente publicó una fotografía de sí misma completamente desnuda. Después de hacerlo, las retó a hacer lo mismo. Un día recibió un mensaje de correo electrónico de un desconocido que decía llamarse José. El asunto del mensaje decía: “Para Natalia Echeverry, de tus amigas Sofi, Lala y Tatis”; lo abrió extrañada. Casi se desmaya cuando vio todas las fotografías que había compartido con sus amigas, fotos en las que ella aparecía en ropa interior, desnuda y en diferentes poses sugestivas, acercamientos de sus partes íntimas, en fin… todo. No se explicaba cómo esas fotos habían llegado a manos de un hombre, ni qué había pasado con sus amigas. José la amenazó con publicar las fotografías en su perfil verdadero de Facebook, si no accedía a sus demandas. 

Esto es todo por hoy, espero que os haya gustado. Nos vemos en la siguiente publicación. Un saludo💓

2 comentarios:

  1. Hola Cristina, me parece muy interesante esta publicación, creo que la gente debería concienciarse de que no sólo existe el bullying sino también el cyberbllying. Muchas personas sufren este tipo de acoso y algunas llegan incluso a suicidarse para no seguir viviendo en esa situación. Un saludo!

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  2. Buenas tardes Cristina, muchas gracias por tu comentario. Esto es un problema muy grande que tenemos que intentar solucionar entre todos... esto tiene que parar. Tenemos mucho trabajo por delante... Un saludo.

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